Tuve conocimiento de Nogalious a través del Kickstarter que se llevó a cabo en noviembre del año pasado y rápidamente apoyé el proyecto, lo que nunca llegué a pensar es que tendría la oportunidad de ver el producto antes de que viese oficialmente la luz.
Yo he sido el último tester que se sumó al equipo, pero he tenido la oportunidad y la suerte de trabajar con grandes profesionales. El probar un juego de estas características es una gran responsabilidad, porque es un producto que desde que lo ejecutas y ves esos gráficos con pixeles como puños, colores fuertes, la música que es espectacular, “run to right” típico… respira ochenterismo (me acabo de inventar un palabro) por todos lados.
El juego tiene una dificultad aceptable, dependiendo del mundo y del jefe final que nos toque en cada pantalla, no llegando a aburrir ni mucho menos, al contrario, te reta a que en la próxima seas capaz de avanzar un poco más con lo aprendido en la partida anterior.
Testeando el juego descubres cosas que sinceramente, mejor no conocerlas, porque en mi caso me ha quitado la sorpresa de descubrirlas y esa es una de las partes fuertes del juego, descubrir, porque no es solo avanzar y avanzar con el único objetivo de llegar al “Boss” final de cada fase y pasar a la siguiente. Cada mundo tiene una “parte oculta” que debemos descubrir para seguir adelante, a veces está oculto, otras veces esta solo oculto a la vista y otras debes prestar mucha atención a todo lo que ves, haces y dicen.
Nogalious te traslada irremediablemente a los ochenta, cuando el objetivo de todo juego era divertir, entretener sin más pretensiones. Es un juego hecho con cariño y eso se respira en el ambiente.
Alguien puede preguntarse que se puede echar en falta y la respuesta la tengo muy clara, nada, no echo en falta nada, el juego como he comentado al principio lo tiene todo para entrenar y divertir, a mayores y a pequeños, y puedo asegurar que a estos últimos les va a encantar.
Rubén Gutierrez (IMSAI)
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